la darrera novetat
(Matador, 2005)
Aunque a menudo adoremos de un día para otro a nuevos totems del pop bajo una lluvia de mimosos adjetivos y adulaciones cercanas a la divinidad, muchas de las nuevas propuestas de la música actual no dejan de ser más que el hijo de la mañana cuando llega la noche fatigada. Otros en cambio, aportan disco tras disco, aunque repitan estructuras e ideas, algo nuevo y fresco. Pero esto es tan subjetivo como el gusto de cada uno de nosotros por algún estilo musical. En “Twin Cinema”, tercer disco de la banda canadiense que nos sorprendió a principios de siglo con “Mass Romantic” y consolidó su apuesta tres años después con “Electric Version”, ha desaparecido el factor sorpresa del pop nuevaolero del septeto liderado por Carl Newman pero sigue vigente el sobresalto que proporciona la forma de entender y iluminar los catorce temas de un álbum que posiblemente se encontrará en las listas de los mejores discos del 2005.
“Twin Cinema” reivindica por igual el pop y el rock con actitud entusiasta y sorprende gratamente no encontrar distinciones entre cada una de las voces del grupo, sin dar más importancia a unos que a otros, respetándose y tratándose todos los instrumentos por igual. Hay medios tiempos en la excelente, cruda y salvaje “The Jessica numbers”, en la creciente y estupenda “The bleeding heart show” o bajo la voz de Neko Case en “These are the fables” recordándonos felices temas pop facturados entre los años 60 y 70 del siglo XX. Incluso acompañando las extravagancias de un teclado insistente en “The bones of an idol”. Pero también hay guitarras eléctricas afiladas, urgencia y nervio en “Twin Cinema”, que por alguna extraña razón me recuerda vagamente a Built to Spill, en “Use it” o en el continuo dialogo vocal de “Star Bodies”. Ideas cercanas al glam en “Jackie, dressed in cobras” (¿tendrá algo que ver con el tema “Jackie” aparecido en su primer trabajo?) y en “Three or four” donde encontramos una interesante combinación vocal femenina. Hay guitarras acústicas en segundo plano pero en perfecto estado, baterías sólidas, teclados que surfean sobre las melodías o les dan nuevos aires que pueden llegar a recordar experimentos de la mano de Bryan Eno, y dos nuevas voces femeninas, las de Nora O’Connor y Kathryn Calder.
“Twin Cinema” reivindica por igual el pop y el rock con actitud entusiasta y sorprende gratamente no encontrar distinciones entre cada una de las voces del grupo, sin dar más importancia a unos que a otros, respetándose y tratándose todos los instrumentos por igual. Hay medios tiempos en la excelente, cruda y salvaje “The Jessica numbers”, en la creciente y estupenda “The bleeding heart show” o bajo la voz de Neko Case en “These are the fables” recordándonos felices temas pop facturados entre los años 60 y 70 del siglo XX. Incluso acompañando las extravagancias de un teclado insistente en “The bones of an idol”. Pero también hay guitarras eléctricas afiladas, urgencia y nervio en “Twin Cinema”, que por alguna extraña razón me recuerda vagamente a Built to Spill, en “Use it” o en el continuo dialogo vocal de “Star Bodies”. Ideas cercanas al glam en “Jackie, dressed in cobras” (¿tendrá algo que ver con el tema “Jackie” aparecido en su primer trabajo?) y en “Three or four” donde encontramos una interesante combinación vocal femenina. Hay guitarras acústicas en segundo plano pero en perfecto estado, baterías sólidas, teclados que surfean sobre las melodías o les dan nuevos aires que pueden llegar a recordar experimentos de la mano de Bryan Eno, y dos nuevas voces femeninas, las de Nora O’Connor y Kathryn Calder.
En poco más de 47 minutos The New Pornographers reivindican su forma de entender el pop, tocan con entusiasmo y excitación, divirtiéndose con su trabajo más ecléctico. Un disco en el que inspiración y bagaje van cogidos de la mano de forma magistral.
(Crítica publicada al número d'Octubre de la revista GoMag)
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